Estudiantes de CAFAM LOS NARANJOS

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Monday, July 30, 2007

LA FORMACION DE LA AUTONOMIA

FORMACION PARA LA AUTONOMÍA

En la I.E.D. Cafam Los Naranjos la columna vertebral de la formación es el desarrollo de la autonomía moral e intelectual. ¿Qué significa ser autónomo? ¿Por qué queremos que nuestros hijos sean autónomos? El concepto fue introducido por I. Kant (1724-1804). La persona autónoma no necesita recibir las normas de fuera (heteronomía), sino que es capaz de dárselas a sí mismo, desde el convencimiento de que para actuar moralmente es preciso elegir acciones por respeto al deber. En este sentido, lo describió como una manifestación de la madurez del ser humano.

El gozne que permite el giro hacia la autonomía moral es la formación de la conciencia del deber. En la pedagogía kantiana es prioritario el ideal de autonomía; según decía, la educación debe sacar al hombre de su minoría de edad. No obstante, esta autonomía tiene que desplegarse según las condiciones apuntadas en la filosofía moral; o mejor, que la autonomía se articula con el deber. Se decide autónomamente desde la voluntad dictada por la razón, y no desde una apetencia u opinión subjetiva, y por tanto, sin la condición a priori de universalidad y necesidad. Este peso de la razón se percibe hoy como gravoso y excesivo. Kant teme la fuerza de los sentimientos. El ha insistido en la pedagogía del esfuerzo y del sacrificio: Lo que produce placer es, cuando menos, sospechoso, pues indica que el hombre es conducido por los instintos y no en conformidad con el deber. Por lo mismo no admite la felicidad como fin (eudaimonía). Lo cual revela que Kant entendía la felicidad como placer, y especialmente, placer sensible.

La educación moral busca que el hombre sea bueno; esto es, que forme un buen carácter que le permita obrar con rectitud. Ser bueno es hacer cosas buenas; pero las acciones no se definen como buenas por la realización de un fin heterónomo, sino por el cumplimiento del deber establecido autónomamente en el imperativo categórico.

Desde la psicología cognitiva, J. Piaget y L. Kohlberg intentaron describir cuáles son las etapas de la evolución de la conciencia moral hasta lograr esta autonomía que, por otro lado, no siempre está al alcance de todos. Piaget formula la autonomía desde el imperativo categórico de Kant: “La autonomía, aparece con la reciprocidad cuando el respeto mutuo es lo bastante fuerte para que el individuo experimente desde dentro la necesidad de tratar a los demás como él querría ser tratado” (1932. El criterio moral en el niño. Editorial Fontanella, Barcelona, 1983. Pág. 165). La responsabilidad interior genera un nuevo tipo de actitud moral enmarcada por la diferenciación social y la cooperación. Esta responsabilidad es un fenómeno social, puesto que sin la cooperación de los individuos, la conciencia ignoraría el bien moral y el sentimiento de culpabilidad.

En ese orden de ideas, Kohlberg mantiene criterios similares a los de Piaget para definir la autonomía moral. En primer lugar una persona autónoma se caracteriza por la capacidad para hacer juicios morales y para formular sus propios principios morales, más que conformarse a los juicios morales de los adultos a su alrededor. Al igual que Piaget, las categorías centrales que Kohlberg toma para la definición de los valores morales, son las de igualdad y reciprocidad, es decir las categorías de justicia, ya que son éstas las empleadas para definir expresiones o reglas sociales. Kohlberg denomina a sus estadios de la evolución de la conciencia moral como estructuras “de razonamiento de justicia”. La justicia es la característica más estructural del juicio moral, es la estructura de interacción interpersonal. Las operaciones de justicia de reciprocidad y de igualdad en la interacción son paralelas a las operaciones lógicas o a las relaciones de igualdad y reciprocidad en el campo cognitivo no moral. Kohlberg construye su clasificación de niveles de desarrollo del pensamiento moral, como definidos y universales, representando filosofías morales separadas, como diferentes visiones del mundo socio-moral. Estas visiones representan tres tipos diferentes de relación entre el yo y las reglas o expectativas de la sociedad.

En cada estadio hay una razón para respetar la ley y los derechos. Solo en el nivel más alto, sin embargo, el respeto por la ley es el respeto por la ley moral, y el respeto por los derechos, un respeto por los derechos humanos universales. Es la etapa de la autonomía moral. El sujeto intenta regirse por principios morales universalmente válidos y por razones distintas de la mera tradición, la costumbre o la autoridad. Ahora decide el propio individuo, y no una instancia exterior al mismo.

A pesar de las semejanzas entre los criterios de autonomía de ambos autores, una diferencia esencial tiene que ver con el hecho que Piaget enfatiza en el factor inter-activo y de cooperación que serían necesarios para lograr la autonomía, y Kohlberg destaca la importancia de la capacidad individual para lograr el juicio moral autónomo.

Otro autor que ofrece apoyo teórico para la formación de la conciencia moral en nuestra Institución, es L. Vigotsky, quien contextualizó el proceso hacia la autonomía dentro de la intencionalidad pedagógica en un medio formal y planeado, acelerando el aprendizaje a través de la actuación en la zona de desarrollo próximo (ZDP) del estudiante. Un concepto importante de Vigotsky para la autonomía es la mediación. El aprendizaje debe ocurrir ahora necesariamente con la presencia del orientador, o un artefacto cultural socialmente situado. La presencia de “otro social” se puede manifestar por medio de los objetos, de la organización del ambiente, de los significados que impregnan los elementos del mundo cultural que rodean al individuo. De esa forma, la idea de alguien que enseña puede ser concretada en objetos, eventos, situaciones, modos de organización de la vida cotidiana y en el propio lenguaje, elemento fundamental en este proceso. Con todos estos elementos provocados por el docente, el desempeño del estudiante debe ser asistido durante un cierto periodo, con la previsión de que en el futuro el alumno será capaz de ejecutar la tarea por cuenta propia: La autonomía es ese estadio al que se llega.
 

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